sábado, 21 de mayo de 2016

Lo siento.

Cuántas veces habré soñado con estar a tu lado, y si no es a tu lado, un poco más cerca. Solo quería estar un poco más cerca... "a quince minutos", como dijiste una vez.
Cómo duele haber sido tu decepción, no haber cumplido tus expectativas, no haber sido como tú esperabas y no haber tenido el enorme placer de salvarte.
Cómo duele que nunca vayas a saber nada de esto, y que, a pesar de todo, el destino no lo haya querido. Cómo duele que a la vida no le gustásemos juntos, cómo quema este consuelo.
Ya no sirve de nada pensar en ti a todas horas, en cómo sería mirarte a los ojos, o abrazarte. Ni en tu olor, tu piel, tus manos. No sirve de nada ilusionarse en vano. Nunca tendré nada de eso, porque de otra, serás de otra... como antes de mis besos.
Tu voz, tu cuerpo claro, tus ojos infinitos.

domingo, 15 de mayo de 2016

Todo está teñido de rojo.

Muchas veces pienso que nada de lo que hacemos tiene sentido. Que no hay un destino ni un por qué, que las cosas no son por algo, que alguien nos espía desde algún sitio y dice "a ver dónde se piensan que están y para qué", mientras se sienta a mirar nuestro ridículo espectáculo. 
Todo eso del amor de nuestra vida, el hilo rojo del destino, las cosas que pasan por algo, las cosas que pasan "porque tienen que pasar", etc. Todo eso. Todo eso es una mentira barata que nos venden porque les conviene. Porque es mejor tenernos distraídos pensando que el alma gemela existe, y buscando nuestro destino, que tenernos a todos haciendo lo que nos de la gana porque, sencillamente, esto no tiene ningún sentido.



domingo, 8 de mayo de 2016

No quiero.

Otra vez me quedaré con las ganas de besarte, de tocarte, de mirarte a los ojos.
Déjame hacerlo, porque nunca lo he hecho, déjame intentarlo, porque solamente voy a vivir una vez. Déjame hablarte, háblame, cuéntame... sólo quiero amarte. 
¿Por qué amo tanto? ¿Por qué tengo estas malditas ganas de amar? ¿Es que alguna vez me han traído algo bueno? 
Siempre es dolor y sensaciones amargas, y cansadas, y abatidas, y cuando todo eso termina se convierte en un "bueno, al menos te amé esa vez". 
¿Vale la pena? 

miércoles, 4 de mayo de 2016

Ojalá pudieses leer esto.

Supongo que alguna vez te habrá pasado eso de querer tanto a alguien que te da igual que no esté contigo mientras esté bien.
La verdad es que no sé por qué te quise tanto, no sé qué hiciste, no qué se me metió en la cabeza, pero, aunque ya no sienta lo mismo de antes, se me hace un nudo el corazón si me acuerdo de tu voz.
Eras buena persona. Y yo siempre pensando que eras tan malo e intentando justificarme con ello... Pero supongo que fue mi manera de soportar el dolor.
A lo mejor ni siquiera debería estar escribiendo esto, ya ha pasado mucho tiempo. Pero es que yo no puedo olvidarte. 
Y no me malinterpretes, no lloro por ti, no sufro, no tengo ganas de hablarte ni de que reaparezcas en mi vida. (O tal vez sí, aunque querer no significa necesitar) 
Pero me acuerdo de ti. Me acuerdo de esa noche, bajo las estrellas, y me acuerdo de tu tranquilidad. Recuerdo que cuando me cogiste de la mano, y yo bajé la cabeza para ver nuestras manos entrelazadas, me sentí por primera vez en paz. En toda mi vida. Eso puedo jurarlo. Y esos sentimientos a veces quieren volver, y se acuerdan de ti... pero no, no es correcto. 
Y podría seguir escribiendo, pero no es necesario cuando te lo puedo decir todo de otra manera.